sábado, 25 de mayo de 2013

Por si acaso existe el cielo

De vez en cuando hay que recordar a alguien que se ha ido, puede hacer pupa, pero no hay que dejar de recordarlos. No soy fuerte y lo admito, tengo millones de piedras sobre la espalda y a veces me hace falta descargar alguna. Tengo complejos y miedos, sobretodo miedos. Me pongo nerviosa muy fácil, puedo presumir de poco porque todo lo que toco se rompe. Y, a veces, me pongo tonta sin saber que me pasa. Pero en el fondo se perfectamente lo que me esta pasando. Me pasa que no se como encajar el hecho de querer abrazar a alguien y no poder, odiar a dios, al universo o como quieras llamarlo, me pasa que me falta algo, que una parte de mi no entiende como es posible que la vida sea tan cruel sin tener conciencia de merecerlo, porque nadie se merece una cosa asi. Me pasa que me contaron cosas sobre ti, algunas no quería saberlas, pero las tuve que aguantar. Tengo que aguantar muchas cosas. No me dieron la opción de decirte que, aunque no te conozca, aunque no me hayas podido enseñar a andar en patines, aunque no me veas llorar, aunque no hayas podido quedarte para verme crecer, a pesar de todo eso, tengo tus ojos y tu barbilla, tus cambios de humor y tu aficción por la cerveza. Y, aunque puede que no llegues a saberlo nunca; te quiero, y esa es la razón por la que sigues siendo mi único héroe; te quiero papá.

1 comentario:

  1. Esta entrada me ha dejado los pelos de punta, es precioso lo que dices. Aunque no lo creas, estoy segura de que eres una persona muy fuerte.

    ResponderEliminar