En el autobús 10b de Liverpool, las 22:54 hora londinense. Mis zapatillas azules apoyadas en el asiento de delante. Un mechón de pelo cosquilleándome en la nariz y enredándose entre mis pestañas. Suena Lenny Kravitz. Y parece leerme la mente. "As long as I'm living, I'll be waiting, as long as I'm breathing, I'll be there."
Parece que la vida se sigue riendo de mi en cada esquina
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